El polvo puede deteriorar significativamente la visibilidad, especialmente durante la noche. Puede reflejar la luz, creando destellos y reflejos que pueden cegar a los conductores y empeorar la visibilidad en la carretera. Además, el polvo puede representar una amenaza para la salud de los trabajadores. La inhalación constante de polvo puede llevar a diversas enfermedades pulmonares, incluyendo silicosis, neumoconiosis, asma y cáncer de pulmón.